El Papa emérito recuerda al p. Le Guillou

El pasado 22 de octubre, el Papa emérito Benedicto XVI escribía una carta a la Comisión Teológica Internacional con ocasión de su 50 aniversario. En ella, hace mención del p. Le Guillou  y su infatigable capacidad de servicio con estas palabras:

«Entre ellos, además de Hans Urs von Balthasar, se encuentra sobre todo Louis Bouyer que, como converso y monje, fue una personalidad extremadamente tenaz, y por su franqueza descuidada no agradaba a muchos obispos, aunque fue un gran colaborador con una increíble amplitud de conocimientos.  Entonces entró en escena el padre Marie-Joseph Le Guillou, que había trabajado noches enteras, especialmente durante el Sínodo de los Obispos, haciendo así posible en sustancia el documento del Sínodo, con esta forma radical de servir. Desafortunadamente, pronto enfermó de Parkinson despidiéndose muy precozmente de su vida y de su trabajo teológico. Rudolf Schnackenburg encarnó la exégesis alemana, con todas las pretensiones que la caracterizaban. Como una especie de polo opuesto, fueron voluntariamente seleccionados para formar parte de la Comisión André Feuillet y Heinz Schürmann de Erfurt, cuya exégesis era de naturaleza más espiritual. Por último, debo mencionar también al profesor Johannes Feiner, de Chur, que, como representante del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, desempeñó un papel especial en la Comisión. La cuestión de si la Iglesia Católica debería haberse unido al Consejo Ecuménico de las Iglesias en Ginebra, como miembro normal en todos los aspectos, se convirtió en un punto decisivo sobre la dirección que la Iglesia debería tomar tras el Concilio. Tras un dramático enfrentamiento, la cuestión se resolvió negativamente, lo que llevó a Feiner y Rahner a abandonar la Comisión».

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